A la luz de los resultados, el PLAN DE SANEAMIENTO DE DEUDAS Y RECUPERACIÓN PRODUCTIVA pergeñado por la conducción de SANCOR CUL en el año 2018, no cumplió sus objetivos.
Pese al formidable apoyo de sus trabajadores, y el acompañamiento de la Asociación Sindical y su obra social OSPIL, las autoridades de SANCOR no lograron superar la crisis y encauzar la empresa. La magnitud de dicha fuente de trabajo excede el marco estrictamente laboral, afectando un amplio espectro social que involucra la actividad de una vasta región de su zona de influencia. Por ello, la persistente incertidumbre pone en riesgo el ya frágil equilibrio económico y la subsistencia misma de las miles de familias que se encuentran afectadas.
En tal sentido, resulta nefasto que un sector político provincial identificado, la considere una fuente de trabajo inviable, exhibiendo una vergonzosa claudicación ética, moral y política, y una ausencia total de compromiso ciudadano. No les interesa el cooperativismo ni el destino del pueblo a quien deben servir.
Fracasado el auto denominado plan de recuperación SANCOR, el tiempo de las explicaciones que no dieron y las excusas que no sirven, expiró. En todo este largo periodo, las y los trabajadores y su entidad sindical han soportado estoicamente el peso de la crisis dando un ejemplo social de paciencia, tolerancia acompañamiento dignos de destacar, actitud que también se encuentra agotada ante la falta respuestas.
En los próximos días, la conducción nacional del gremio definirá medidas de acción sindical que, por la magnitud del problema, tiendan a abarcar toda la industria láctea, para que los responsables, preservando la fuente de trabajo, resuelvan la cuestión de fondo brindando soluciones definitivas.
CONSEJO DIRECTIVO NACIONAL