El domingo por la noche falleció por coronavirus, Oscar Arnoldo García, un trabajador de la empresa Lacteos Vidal S.A., que fue obligado, junto con otros compañeros, a trabajar a “punta de pistola” por uno de los dueños de la empresa, sin respetar ningún protocolo para prevenir esta enfermedad.
La Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera, ATILRA, había pedido medidas básicas de higiene y seguridad, y que se cumplan los protocolos de Covid 19 ya que se habían detectado en ese establecimiento, varios casos de coronavirus.
La respuesta empresaria fue intimidarlos con armas de fuego a los trabajadores, ya que se negaban a efectuar los controles pertinentes, para no parar o discontinuar la producción. El video que se muestra a continuación, refleja el momento en que la policía detiene a uno de los dueños de Lácteos Vidal, con una de las armas con las que amenazó al personal.
Lácteos Vidal S.A. forma parte de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL), un grupo de poderoso empresarios que más resisten a los protocolos básicos de seguridad e higiene y a los de Covid 19. Hoy la empresa involucrada cuenta con más de una docena de trabajadores infectados.
Atilra se pregunta: ¿éste es el diálogo que propone el sector patronal en la industria lechera? Las cámaras empresarios guardaron un silencio cómplice sobre estos hechos, y no manifestaron hasta el momento, repudio alguno.
Por último, ATILRA remarcó que “va a defender la salud de los y las trabajadoras” y “salvaguardar el bienestar sanitario de los productos lácteos”.