El dólar es un precio más y como tal sigue la misma tendencia que el resto. No podemos pretender que el precio del dólar se mantenga estable en un contexto de inflación al 3,5% mensual.
Es que en realidad no sube el dólar, no es que la moneda americana este revalorándose a nivel mundial, lo que sucede es que nuestra moneda no deja de caer.
Y de esta manera cae frente a los lácteos, productos de limpieza, servicios y por supuesto el dólar, que es la moneda de reserva de valor elegida por la mayoría de los Argentinos.
La pregunta siguiente fue: ¿Y va a seguir subiendo? La respuesta es sencilla: Sí.
El dólar libre, es del que estamos hablando, seguirá su tendencia alcista porque la inflación lejos de controlarse está rebotando.
El 3,5% de septiembre no parece haber sido un dato aislado, los relevamientos que se están haciendo sobre octubre proyectan otro mes con inflación por arriba del 3%.
Por otra parte tenemos un Banco Central que sigue con una fuerte expansión monetaria, esos pesos que se emiten muy por arriba de la demanda de dinero es el combustible necesario para la inflación y la suba del dólar.
Argentina tiene una economía bimonetaria, pensamos en dólares, somos muy sensibles a esa moneda y su precio, pero eso no hace subir su valor.
Tampoco lo hace subir quien quiere proteger lo poco que puede ahorrar y compra dólar dónde puede.
Entonces, ¿quién es el responsable de la suba? Siempre el único responsable es el BCRA con su política monetaria. Los motivos hay que buscarlos en el exceso de pesos y tasas reales negativas, entre otras.
También en la inconsistencia fiscal de gastar por arriba de los ingresos en forma constante sin tener posibilidades de financiación genuinas.
El Banco Central podrá “controlar” el dólar oficial mediante el cepo y distintas regulaciones pero eso es controlar la cantidad, no el precio.
A mayor cepo y regulaciones más amplia será las brechas entre el dólar oficial y el libre, si a eso le sumamos el exceso de emisión nos da como resultado brechas que rondan el 100%.
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¿Qué podemos esperar para el resto del año y el 2022? .
Durante el presente año el dólar oficial terminará seguramente muy en línea con el presupuesto presentado por lo que seguirán estos pequeños deslizamientos, el 2022 será más parecido al 2020 cuando el dólar se movió al ritmo de la inflación.
Para los dólares libres, el BCRA deberá dejar de intervenir en el mep o ccl (probablemente luego de las elecciones) simplemente porque tiene escasez de reservas y su valor estará más en línea con la emisión de pesos.
Eso nos anticipa que tanto el precio como las brechas seguirán subiendo.
Es necesario que el BCRA comience a aplicar una política monetaria más restrictiva, corregir los desequilibrios actuales, dejar de restringir el mercado cambiario y bajar drásticamente la emisión de pesos.
En caso que no sea así el 2022 será otro año difícil y no solamente por el precio del dólar.