“Señor Presidente, usted sabe que apoyamos al gobierno, pero si es necesario vamos a golpear las puertas que haya que haya que golpear y reclamar para que los funcionarios que no funcionan, despierten porque está en juego la soberanía nacional”, proclamó ayer Raúl Durdos, secretario general del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) al encabezar una marcha de trabajadores del gremio hacia la Casa Rosada en reclamo de mejoras para el sector y levantando las alertas que se imponen a la hora de garantizar la soberanía económica de la Argentina y la justicia social para su gente.
El reclamo se plasmó en un extenso petitorio que fue entregado en la casa de gobierno, describiendo el estado actual de la actividad marítima y fluvial:
“Me dirijo ante Ud. – dice el documento firmado por Durdos- con el fin de solicitarle su urgente intervención ante la situación que está atravesando la Marina Mercante Nacional y la Flota Fluvial, principalmente en los ríos navegables Paraná y Paraguay”.
“Entendemos que no es necesario enumerar la cantidad de asimetrías que se generan entre las posibilidades que brindan los distintos países de la región, generando un perjuicio enorme para el desarrollo de nuestra actividad y del país, pero sí debemos acentuar que con la plata que se pierde en contratar fletes extranjeros, el estado nacional podría afrontar el pago de la deuda externa heredada del gobierno anterior, generar una enorme cantidad de puestos de trabajo, tanto desde el sector marítimo, los astilleros y la reactivación de los puertos de las distintas provincias del norte, y generar la tan deseada soberanía”, subraya el documento, que además pide terminar con la “la pasividad de parte de los ministros de distintas áreas a quienes recurrimos en tiempo y forma con el fin de alertar la situación, incluso ante la situación generada cuando los buques emigraron hacia otras banderas, dando de baja el pabellón nacional”.
Durdos puso nombre y apellido a los responsables y disparó contra el ministro de Transporte, Alexis Guerrera, repudiando los dichos del funcionario en la reunión del Consejo Federal de la Hidrovía cuando se refirió textualmente a los “los costos de los sindicatos que hicieron que se facilite la salida de las empresas hacia otros países”, anclando su discurso en el típico relato neoliberal.
El documento enumera la problemática que afecta a los trabajadores y al sector, como por ejemplo la necesidad de reglamentar la ley de la Marina Mercante, cuyo principal articulado fue derogado por el gobierno de Mauricio Macri.
La iniciativa sindical propone la reactivación de la Marina Mercante Nacional y fomentar la navegación troncal fluvial, principalmente en las vías navegables de asimetrías con los ríos Paraná y Paraguay.
“Poseemos casi el 50% de este corredor fluvial y resulta que ya no poseemos buques de bandera argentina que naveguen y exporten nuestros productos del país siendo que todos los años se generan nuevos records de exportación. La contratación de fletes extranjeros se traduce en pérdida de divisas para el país, de fuentes de trabajo y principalmente de soberanía, ya que no tenemos control sobre las exportaciones incluso generándose una gran evasión de parte de las grandes cerealeras, que no declaran realmente lo que se exporta. En este punto en particular pedimos urgente intervención, ya que no quedan buques con la bandera argentina”, alerta el documento.
El petitorio pone, finalmente, el acento en casos como los de la empresa Fluvialba (“una empresa emblema del corredor fluvial en el traslado de combustible, empresa que depende directamente de la petrolera PDVSA, la petrolera estatal del gobierno Venezolano”). En este caso el SOMU denuncia un deliberado vaciamiento y su consecuencia: dejar en la calle a sus trabajadores.
También señala el caso de Buquebus, la empresa emblema de turismo del Río de la Plata, que posee 4 embarcaciones (3 de ellas de bandera uruguaya y solo una de bandera argentina).
“Hace años solo navega con los buques de bandera uruguaya y posee en estado de abandono al buque de bandera Argentina, del que dependían 60 trabajadores y trabajadoras. En los últimos meses la situación fue empeorando, ya hace más de 2 años que los trabajadores no tienen incrementos salariales, la empresa posee deudas y despidió (mediante un retiro extorsivo) a más de 30 tripulantes. Esta empresa recibe una cantidad enorme de beneficios por parte del Estado, entre otros, la concesión por 30 años de media dársena norte”, puntualiza el petitorio en sus líneas más salientes.
Por último, Durdos remarcó que en el SOMU, “todos los compañeros y compañeras tienen despierto su espíritu de lucha” y subrayó que “los trabajadores organizados no vamos a claudicar ni a entregar la soberanía de nuestro país”.
