El BCRA recortó la tasa de política monetaria al 35%, mientras que las colocaciones a plazo pasaron a rendir 35,9% nominal anual, una tasa real positiva dado el sendero de desinflación. La comparación con el dólar.
Este año 2024 es muy particular desde el punto de vista cambiario, si se tiene en cuenta que el mínimo avance del precio del dólar, tanto en el mercado formal como sus cotizaciones alternativas, frente a una inflación que ya rompió el umbral del 100 por ciento acumulado.
Con dicho trasfondo, la inversión de los pesos en la postura más conservadora, la de los plazos fijos en bancos, luce poco atractiva si se la compara con el encarecimiento del costo de vida, pero traducida a dólares pasa a tomar mucha más relevancia.
La reciente reducción de la tasa de interés de referencia dispuesta por el Banco Central, a un 35% nominal anual, un impacto negativo de unos 4 puntos porcentuales para la rentabilidad que los bancos les ofrecen a sus clientes por sus depósitos a plazo, más allá que desde el 12 marzo de este año la entidad dispuso a través de la Comunicación A7978 la desregulación de las tasas mínimas de interés, incluidas las de los plazos fijos.
Actualmente, los bancos están ofreciendo la siguiente tasa de interés para cada plazo fijo, según informa el BCRA:
Banco CMF: 37,25%
Voii: 37,25%
Banco Bica: 37%
Crédito Regional: 37%
Banco Nación: 36%
Banco de Corrientes: 36%
Banco del Chubut: 36%
Meridian: 36%
Banco Provincia de Tierra del Fuego: 35%
Banco Credicoop: 34%
Banco Macro: 33,5%
BiBank: 33%
Banco del Sol: 33%
Banco Comafi: 32,5%
ICBC Argentina: 32,35%
BBVA Argentina: 32%
Provincia de Buenos Aires: 32%
Banco Dino: 32%
HSBC Argentina: 32%
Banco Julio: 32%
Galicia: 31%
Banco Ciudad: 31%
Banco Hipotecario: 30,27%
Banco de la Provincia de Córdoba: 30%
Santander: 29%
Banco Más Ventas: 23,5%
Según el Banco Central, la tasa de interés por depósitos a 30 días de plazo en entidades financieras promedia el 35,93% nominal anual. Esto es una tasa efectiva anual -al contabilizar la renovación de capital e intereses del depósito mes a mes a lo largo de un año- un 41,6% anual o un 3% mensual.
Por lo tanto, se trata de tasas competitivas ante un nivel de inflación que se viene debilitando mese a mes. El INDEC informó que en octubre el IPC marcó un 2,7%, el más bajo en casi tres años. Si la inflación se sostuviera a 2,7% mensual por un año, acumularía un 37,4%, más de 4% por debajo de la tasa efectiva anual del plazo fijo. Y en un hipotético caso de que la inflación se mantuviera a un nivel de 2,5% a lo largo de un año, ésta alcanzaría un 34,5% en 12 meses, es decir que el plazo fijo en este nivel sería positivo en términos reales en unos 7 puntos porcentuales.
En el comparativo del último año, el plazo fijo fue ampliamente ganador respecto del dólar. Aquel que haya invertido un millón de pesos en la compra de dólar MEP un año atrás a un precio de $972,61, se hubiera hecho de 1.028,16 pesos. Hoy esos dólares representan 1.125.136 pesos a una tasa de cambio de $1.094,32 por MEP, o bien una ganancia anual de solo 11,3% frente a una inflación acumulada del 193% interanual.
¿Qué pasó con el que hizo plazo fijo? Quien hubiera colocado el 17 de noviembre de 2023 un millón de pesos a 30 días, luego de renovar capital e intereses mes a mes a lo largo de un año -en base a los sucesivos recortes de tasas que se produjeron a lo largo de 2023 y 2024- estaría cobrando ahora 1.910.047 pesos, con una ganancia de 91 por ciento.
Si bien este rendimiento perdió contra la inflación, rindió $784.911 más que la compra de dólares, a la vez que medida en dólares la ganancia fue de un 69,8% (o USD 717), con una tenencia resultante de USD 1.745,42 a cotización MEP.
Un informe de GMA Capital consignó que “más allá del dato puntual publicado por el INDEC, octubre trajo también una alegría para los ahorristas en pesos. Es que, por primera vez en un año, la tasa en moneda local superó el avance del IPC. Con esto, el premio real de los plazos fijos fue 0,7% mensual o 8,2% anualizado. Esta recompensa fue incluso mayor en otros instrumentos que no son únicamente de devengamiento, sino que además incorporan un resultado de capital. Los casos más sobresalientes fueron las Lecap (+8% nominal y +5,2% real) y bonos CER (+5,8% nominal y +3% real)”.
“En términos macro, el hecho de que la tasa de interés real de corto plazo sea positiva es sinónimo de que los pesos ahora escasean. ¿Las razones? El éxito del plan económico en cortar las fuentes de emisión monetaria más nocivas vinculadas al sector público. En rigor, el Tesoro exhibe superávit primario (el de 2024 será el primero en 14 años), la dominancia fiscal sobre el BCRA fue eliminada y el balance de la entidad monetaria fue saneado. Al mismo tiempo, la política cambiaria de crawling-peg de 2% mensual contribuyó para anclar expectativas de que el dólar oficial no sería un problema para el IPC”, evaluó GMA Capital.
Inflación versus devaluación
“Pasando al terreno macro-financiero, la inflación logró finalmente perforar a la baja en octubre de 2024 el 3% mensual, tanto a nivel general como a nivel núcleo, en lo que fue la marca más baja a nivel general desde noviembre de 2021, y desde septiembre de 2020 para la núcleo. Atribuimos el hecho de que la inflación haya logrado en el bimestre septiembre-octubre bajar claramente un escalón desde los niveles de mayo-agosto a factores cambiarios entre los que se destaca la caída de la alícuota del Impuesto PAIS, la continuidad en el crawl de 2% mensual y, sobre todo, a los dólares alternativos que cayeron fuertemente, con el ‘contado con liquidación’ mostrando una merma de 11% directo al cierre de octubre de 2024 versus el cierre de agosto de 2024 (-8,3% mensual tomando el promedio de octubre versus agosto)”, analizó Juan Manuel Franco, economista Jefe del Grupo SBS.
“Así, la calma cambiaria de los últimos meses tuvo un rol protagónico, con el BCRA anotando importantes compras en el MULC a contramano de la estacionalidad típica, dinámica impulsada por un blanqueo que permitió que el stock de depósitos privados en dólares alcanzara máximos de varios años. Esto permitió incrementar la percepción de que el BCRA podría contener presiones cambiarias, con un carry trade que estimula liquidaciones de exportaciones y préstamos privados en dólares y la demora en el acceso al MULC para importadores -que además aguardan por la eliminación del Impuesto PAIS a fines de diciembre-”, detalló Franco.
“Para noviembre, estimamos que la core (inflación núcleo) esté más cerca del 2,5%, y con (precios) Regulados rebotando a 3,3%, principalmente por la suba de Nafta del 3%). Por lo tanto, estimamos que la inflación general baje a 2,6%, y con el mismo número en diciembre, proyectamos que la inflación de 2024 cierre en 118%” anual, puntualizó un informe de FMyA (Fernando Marull y Asociados).