El desempeño de Donald Trump en las elecciones desató una intensa reacción en los mercados financieros, con subas generalizadas en los principales activos de riesgo aún antes de que la victoria sea oficial.
La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos provocó un impacto inmediato en los mercados globales. A medida que avanzaba el conteo de votos y Trump consolidaba su liderazgo en estados clave, los futuros de las principales bolsas de Wall Street mostraron un marcado incremento. Tras la apertura de las operaciones, la tendencia alcista continuó en la bolsa de Nueva York que arrancó con fuertes subas. En los primeros intercambios, el Dow Jones se disparaba 3,18%, el tecnológico Nasdaq subía 1,81% y el índice ampliado S&P 500 1,94%.
La perspectiva de recortes impositivos y eliminación de regulaciones impulsa a las acciones mientras que genera expectativas de peores números fiscales y datos más altos de inflación.
Este rally en las acciones se extendió a otros activos, como el dólar y el Bitcoin, que experimentaron un alza importante ante la expectativa de un retorno de las políticas de Trump. El dólar se fortaleció frente a las principales divisas, mientras que Bitcoin alcanzó un nuevo máximo histórico con un avance de más del 8%. Además, el índice Russell 2000, que agrupa a empresas de menor capitalización con una exposición más directa al mercado estadounidense, incrementó sus contratos futuros en un 5%.
El impacto de la victoria de Trump no se limitó a las acciones y las criptomonedas. El mercado de deuda también experimentó movimientos significativos: el rendimiento de los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años saltó 15 puntos básicos, situándose en torno al 4,435%, el nivel más alto desde julio. Este repunte reflejó la expectativa de los inversores de que un segundo mandato de Trump impulsaría políticas de crecimiento económico a través de recortes de impuestos y un incremento del gasto fiscal, lo que podría ampliar el déficit y reavivar la inflación. Jeremy Siegel, profesor de finanzas de la Universidad de Pensilvania, comentó en CNBC que, en un escenario de “sweep” republicano en el Congreso y la presidencia, “el mercado de bonos mostraría inestabilidad ante los posibles recortes de impuestos de Trump”.
A lo largo de la noche, medios como NBC News proyectaron que Trump había obtenido triunfos en estados clave como Carolina del Norte, Pensilvania y Georgia, situándolo a sólo cuatro votos del total necesario en el Colegio Electoral. La Associated Press estimó pasadas las 5,30 de la mañana de Washington DC que el candidato republicano había superado los 270 votos electorales necesarios para volver oficial su victoria por sobre la actual vicepresidenta Kamala Harris.
El alza en las tasas de los bonos del Tesoro generó una reacción en cadena en los precios a lo largo de toda la curva de rendimiento, destacando una preocupación por el crecimiento del déficit. Según Stephanie Roth, economista jefe de Wolfe Research, se podría esperar que el rendimiento de los bonos a 10 años se acerque al 4,5% en el caso de una victoria de Trump, según declaraciones citadas por CNBC. Esta proyección responde al temor de los inversores de que la administración republicana aplique fuertes recortes fiscales sin una disciplina presupuestaria, lo que llevaría a una emisión constante de deuda en los próximos años. Byron Anderson, jefe de renta fija en Laffer Tengler Investments, expresó en una nota mencionada por el mismo medio que “los bonos están experimentando una venta masiva en toda la curva de rendimiento”, en lo que denominó como una aplicación del “Trump trade”.
La posibilidad de un retorno de las políticas de Trump también elevó el optimismo entre algunos inversores en sectores específicos. De acuerdo con un informe de Morgan Stanley citado por la agencia Bloomberg, las posiciones largas en futuros de índices como el S&P 500 y el Nasdaq 100 alcanzaron niveles cercanos a los 400.000 millones de dólares, el doble de la cifra registrada hace dos años. Este cambio en las posiciones se vio reflejado en los sectores de banca y salud, que registraron subas en sus valores: JPMorgan, Bank of America y Wells Fargo, tres de los principales bancos del país, avanzaron más de un 6% en el pre-market, mientras que Humana, una de las aseguradoras de salud más grandes, subió un 5%. Sin embargo, las acciones de compañías vinculadas a la energía limpia como First Solar y SolarEdge Tech experimentaron caídas superiores al 12%, ante la falta de perspectiva de apoyos de la administración entrante hacia el sector.
El retorno de políticas asociadas a la administración Trump, como los recortes fiscales y la desregulación, fue bien recibido en los mercados bursátiles. El índice S&P 500, que ya había ganado un 23% en 2024, se encontraba en su mejor rendimiento para un año electoral en casi nueve décadas. Las expectativas de una continuidad de medidas pro-mercado impulsaron las posiciones largas en activos de riesgo, con fondos de cobertura y otros inversores apostando por una apreciación continua de los índices estadounidenses. “Mientras más peso tenga la reducción de impuestos y la desregulación en la agenda, mayor será el impacto positivo en los activos de riesgo”, comentó George Saravelos, jefe de investigación de divisas en Deutsche Bank, citado por Bloomberg.
Suba en criptomonedas y expectativa de tarifas
Uno de los activos que reflejó el impacto de una posible victoria de Trump fue Bitcoin, que subió un 8% en la madrugada, alcanzando un nuevo récord histórico. Este movimiento se atribuyó a la postura de Trump respecto a los activos digitales y su posible interés en promover su uso. En paralelo, las posiciones en el dólar alcanzaron un saldo neto positivo de 17.800 millones de dólares, según la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos, lo que destacó una sólida expectativa en el mercado de cambios.
A medida que avanzaban los reportes de resultados electorales, el consenso en Wall Street indicaba que la victoria de Trump podría traer consigo tarifas adicionales en el comercio internacional. Se especula que este retorno de los aranceles podría impactar en la inflación global y en el comercio exterior, reviviendo tensiones de la administración anterior.