Un inocultable pase de facturas se generó en las entrañas de La Libertad Avanza de la provincia de Buenos Aires por las últimas movidas del armador libertario en ese territorio.
No cayeron nada bien las conversaciones que mantuvo en las últimas semanas, en forma directa o a través de terceros, con dos peso pesados del espectro ultrakirchnerista, al que tanto se dice denostar.
El primero estruendo interno se produjo con la incorporación a la militancia libertaria de María Gracia Le Coche, nada menos que una funcionaria de la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad de Merlo.
La mencionada estaba a cargo de diferentes espacios culturales y siempre fue considerada como una militante fiel del espacio que comanda desde más de una década el jefe comunal, Gustavo Menéndez.
Esa conjunción sorpresiva entre Menéndez y Pareja tiene como nexo al dirigente libertario Eduardo Varela, quien fue uno de los responsables de la escandalosa participación de militantes de Merlo en el acto de cierre de la campaña de Manuel Adorni para las elecciones porteñas.
Todavía algunos recuerdan las quejas de los activistas ante la intención de quienes los convocaron de pagarles menos de los 25.000 pesos acordados anteriormente a la salida de los micros.
Le Coche ya había sorprendido cuando acompañó al concejal de la Libertad Avanza de Morón, Ariel Diwan, a la inauguración de su nuevo local partidario ubicado a pocas cuadras de la Municipalidad.
Precisamente en Morón y con el empresario artístico como protagonista se dio el segundo episodio que despertó estupor en las cercanías de Karina Milei, y fue nada menos que una cordial reunión entre el ex candidato a intendente del espacio presidencial y nada menos que Diego Spina, también concejal y mano derecha de Martín Sabbatella.
Si bien ambos son ediles, y frecuentemente se encuentran para hablar de proyectos y criticar en conjunto la gestión comunal, en el cónclave se habrían acordado una serie de reglas y condiciones para la próxima e inminente campaña electoral.
Los primeros en poner el grito en el cielo y tocar timbre en Casa de Gobierno para hacer llegar sus quejas por esta nueva alianza entre Diwan y Sabbatella fueron los otros dirigentes de LLA y el PRO, que no quieren saber nada con tejer un arreglo con el ex titular del AFSCA en tiempo kirchneristas.
Seguramente en los próximos días Diwan tendrá que dar explicaciones por su cercanía con uno de los dirigentes que en los últimos tiempos más cerca estuvo de Máximo Kirchner.
Y fuentes cercanas al comando libertario que funciona en las oficinas de Balcarce 50 no descartan que esa entente pueda llegar a costarle una sanción similar a la que sufrió nada menos que Ramiro Marra.
En tanto, Sabbatella está furiosamente enfrentado con el intendente Lucas Ghi, y se convirtió en uno de los principales laderos de Máximo Kirchner, a quien seguramente no le deben gustar las nuevas amistades que se cultivan en las últimas semanas en el lejano oeste conurbanense.
