El ex secretario General del SOMU se movilizará mañana junto a un grupo de seguidores a la Casa de Gobierno, al cumplirse un nuevo aniversario del tristemente célebre episodio de la historia denominado “levantamiento Carapintada” liderado por Aldo Rico, militar sedicioso que se convertiría en uno de los mayores referentes y camarada de Suárez, pues gracias a su apoyo Suarez tomaría el SOMU en 1989.
Omar “El Caballo” Suárez pretende hoy que la historia de repita. Procesado, con detención domiciliaria y expulsado de por vida por sus bases del gremio, intenta rearmar a su sequito mostrando lealtad y apoyo. Por eso, convoca a una marcha de conmemoración para este miércoles 2 de diciembre.
Muchos personajes siniestros han estado o siguen vinculados a Omar Suárez: represores, torturadores, partícipes directos y cómplices de graves violaciones a los derechos humanos en la Argentina. Desde 1989 hasta la actualidad, miembros de las Fuerzas Armadas han tenido (y aún tienen) un rol protagónico en el entorno del ex secretario General del SOMU, por lo que no es para nada descabellado que marchen a la Casa Rosada en una fecha tan emblemática como sugestiva.
Sólo queda seguir repudiando firmemente este tipo de manifestaciones y ratificar que La Argentina actual ya dejó claro que su consigna es NUNCA MÁS.
Sabemos que este gobierno, popular y democrático no va a permitir que estas maniobras lo dejen pegado a estos personajes siniestros. Pero como ya hemos podido comprobar, un pequeño séquito enquistado en algunas estructuras del PJ todavía lo sostiene. La red de favores tejida durante tantos años lamentablemente aún tiene algunos hilos que no se han soltado.
UN POCO DE HISTORIA: “EL CABALLO” SUÁREZ Y LOS CARAPINTADAS
En 1987, Aldo Rico junto a un grupo de militares, denominados “Carapintadas” se alzó contra el Gobierno constitucional de Raúl Alfonsín, La rebelión fue aplacada, pero mediante la extorsión golpista logró el objetivo de impulsar las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, las cuales ponían un límite de rango a las investigaciones contra las violaciones a los derechos humanos.
En enero de 1988, mientras cumplía arresto domiciliario, Rico escapó y se sublevó en Monte Caseros. En una intentona golpista que no pasó de tres días, los “Carapintadas” de Aldo Rico dieron a conocer una proclama a los medios en la que decía que el Ejército “retomaba la conducción política del país, ante la inoperancia de los sectores gobernantes”. Rico fue condenado a prisión e indultado en 1989 por Carlos Menem.
RICO Y SU VINCULACIÓN CON EL SOMU DE SUAREZ
El 17 de mayo de 1989, tres días después del triunfo electoral de Carlos Menem, militares carapintadas, junto a miembros de los grupos de tareas de la dictadura militar, tomaron por la fuerza el SOMU (Sindicato Obrero de Marítimos Unidos) al grito de “el SOMU es de Rico”. De esta manera, impusieron a Salvador Gargiulo y Enrique Omar Suárez como máximas figuras. Altos cargos dirigenciales fueron ocupados por militares represores dentro de la Organización marítima.
Ese mismo año se lanzó a la carrera política con el partido Movimiento por la Dignidad e Independencia (Modin) , de tendencia fascista, Uno de sus seguidores, con fuertes antecedentes de violaciones a los derechos humanos de la talla de “la noche de los lápices”, sería Carlos “El Indio” Castillo.
Recordamos que este personaje tendría a los largo de la historia una fuerte e íntima vinculación con Omar “El Caballo” Suarez y su actual entorno. Un eficiente y sanguinario sicario que hacia el trabajo sucio cuando alguien se salía del camino. Tal fue el caso de Alberto Rodríguez, asesinado por cinco tiros en la espalda cuatro dìas después de haberse opuesto en un congreso del SOMU a la compra del terreno del predio de Monte y el otro asesinato, el de Karina Yerbal, mujer íntimamente vinculada a Omar “El Caballo” Suárez , que fue silenciada por tener mucha información comprometedora. Castillo fue condenado en 2017 por delitos de lesa humanidad y actualmente sigue preso.
En octubre de 2014, acorralado Suárez por la oposición gestada dentro del propio SOMU, decidió militarizar el gremio de la mano del General Mario Gabriel Dotto, hombre de confianza de Milani. De esta manera prohibió el ingreso de dirigentes que denunciaban sus maniobras ilícitas y el vaciamiento del gremio.
Inclusive participando en las decisiones de los Congresos de los trabajadores marítimos el General Dotto y sus subalternos como en las viejas épocas, coparon el SOMU con Suarez a la cabeza y mediantes viejas artimañas intentan infundir el terror.
